viernes, septiembre 01, 2006

Salud: Planean un centro de atención piloto para el próximo año
Argentina, Buenos Aires: Estudian incorporar la medicina aborigen al sistema de salud
Es parte de una estrategia del Ministerio de Salud bonaerense, que pretende organizar planes sanitarios adaptados a las comunidades. Ya están analizando cómo tratar los partos y los problemas psiquiátricos.
Gabriel GiubellinoCLARÍN (Argentina) 30-08-06
Será que es la hora de la valorización de los saberes de los pueblos que estaban en esta tierra antes de la llegada de los españoles?Algo está pasando cuando el ministerio de Salud de la provincia de Buenos Aires planifica incorporar la medicina aborigen al sistema oficial de salud."No se trata de enseñarles la lógica del funcionamiento de nuestro sistema de salud sino de permeabilizar al sistema para que pueda contener una oferta que pueda satisfacer la filosofía de los pueblos originarios", dijo Claudio Mate, ministro de Salud bonaerense.Converger, respetar, conciliar, aprender, son verbos que utilizó Mate para hablar de la nueva relación que buscará establecer con los conocimientos autóctonos.La idea madre de esta concepción es: adaptar el sistema de salud a la población y no obligar a la gente a que vaya al pie del sistema. Sobre todo porque no lo consiguen."Por su cultura, por su visión de los conceptos de salud y enfermedad, los pueblos originarios no acceden o no desean acceder al sistema formal de salud que ofrecemos", dijo el doctor Gustavo Marin, director de Atención Primaria. "Y el sistema no ha reconocido estos saberes, por prejuicios, o bien por desconocimiento o para mantener su hegemonía", agregó.Pero también se busca que la medicina aborigen llegue al resto de la población. "La propuesta es que los saberes que se vayan validando puedan estar al alcance de todo aquel que lo requiera. Hay experiencias en Chile, en Temuco, de un centro de salud abierto para el que quiera. Finalmente, no es nada extraño: si el fundamento de un comprimido está en una hierba, ¿por qué no se va a utilizar esa hierba de otra manera?", se preguntó el funcionario Marin.La política que empieza a desplegarse es una consecuencia de los resultados del llamado Censo de Pueblos Originarios, un trabajo un tanto espasmódico, ya que su realización tomó 12 años, de 1994 a 2006. Por razones obvias, se analizaron los últimos datos, recabados del año 2000 en adelante. En este último período se declaró que fueron censadas 20.708 personas de 31 etnias. Las mayoritarias: quechuas (4.482 censados), mapuches (4.350), guaraníes (3.564), y kollas (1.803).Entre los resultados generales concluyeron que el 90% ingresa al sistema de salud sólo cuando tiene una enfermedad y que el 91% consulta al médico en alguna institución pública. Esto es visualizado como una dificultad en el acceso y un rechazo a la atención oficial.Ese censo también arribó a datos sanitarios según la etnia. Por ejemplo, de la totalidad mapuche censada en 14 partidos concluyeron que las enfermedades más frecuentes son gripe, faringitis y bronco espasmo, y entre las enfermedades crónicas predominantes, la artrosis.Sin embargo, una mirada mapuche discute estas conclusiones. "Para nosotros, el entorno social no es ajeno, sino que es responsable de la salud de las personas. La enfermedad es una transgresión moral, espiritual y social. El principal problema de salud de nuestro pueblo es la negación de la identidad", sostuvo la licenciada en Ciencias Políticas Verónica Azpiroz Cleñan, de la agrupación Epu Bafkeh de Los Toldos. Es en ese pueblo donde están pidiendo la formación de un centro de salud mapuche.El 9 de agosto hubo en La Plata un encuentro, un taller en el que participaron unos 200 aborígenes de distintos pueblos. Se trabajó en tres áreas:Atención del parto: "En casa, de cuclillas, en forma vertical, con mantas", explicó Azpiroz Cleñan."Mostraron la técnica del manteo, que es la manera en que se acomoda al bebé que no está en el canal de parto, lo que explica por qué tienen tan pocas cesáreas", resaltó Marin.Salud mental: "No conciben el encierro como forma terapéutica de sanación. En eso tenemos mucho que aprender de ellos", dijo el ministro Mate.Hierbas medicinales: "En Argentina esto no ha sido considerado importante, pero en Brasil están estudiando miles de hierbas medicinales, algunas con una importante efectividad clínica -sostuvo Marin-. Los pueblos originarios dicen: 'si la usé durante 500 años, ¿por qué necesito que me digan que es buena?', y acá entra un concepto solidario de la medicina: la medicina occidental requiere una validación científica"En el fondo, entonces, una doble propuesta: mejorar la accesibilidad -"tenemos a 90 mil personas originarias", dijo Mate- a la salud oficial y dejar que la medicina aborigen se derrame sobre los "huincas". Dijo el ministro Mate: "Será difícil, porque las leyes están pensadas desde Occidente. No sé qué opinarán los colegios médicos si proponemos meter en una institución a una persona que no es médica haciendo terapéutica, pero hay que hacer el debate".Por lo pronto, ya quieren que a fines del 2007 haya un centro piloto con formas de atención y terapias aborígenes.
Reclaman un centro sanitario mapucheXagun en Los Toldos. Las banderas anuncian en mapuche un encuentro en la escuela 6, llamado por la agrupación Epu Bafkeh (dos ojos de agua).Es domingo y los nenes se entretienen en los juegos infantiles. Hay mucha gente, alrededor de mesas, esperando al potro, carneado el sábado, que se asa lento.Los mapuches se ubican en círculo y en la asamblea se pasan el micrófono de mano en mano. Piden restitución de tierras, un centro de salud mapuche y que su forma de atención no sea considerada ejercicio ilegal de la medicina.En ese lugar se alzaron las tolderías de la tribu voroga del cacique Ignacio Coliqueo, el "indio amigo", quien luchó primero para Urquiza y consiguió luego la cesión legal de 16.400 hectáreas, por leyes de 1866 y 1868.Luego, hubo un largo proceso contrario a la concepción comunitaria de la tierra. En poco más de 100 años, la propiedad colectiva pasó a ser individual. Muchos las vendieron, mal, para irse al pueblo.En un pedacito de estas tierras se levanta hoy una casa que pertenece al Obispado de 9 de Julio, en un terreno de 2.875 metros cuadrados. Está deshabitada, dicen en el encuentro, desde 1998. Y ahora la quieren vender.Los mapuche clavan banderas rojas en la puerta y una bandera que proclama: "Territorio mapuche".En esa casa quieren levantar el centro de salud donde puedan atender las machis, trabajar las yerbateras, y producir los derivados de las hierbas medicinales, como tinturas o cremas.
Otros planes de atenciónEn el ministerio de Salud de la provincia de Buenos Aires tienen otros dos programas que intentan plasmar la idea de acercar al sistema de atención a la población.En setiembre lanzarán el proyecto de atención de población excluida para atender a más de 600 prostitutas que trabajan en La Plata y sus alrededores. "Comenzamos a trabajar con la Asociación de Meretrices de Argentina", cuenta Gustavo Marín, director de Atención Primaria.También se lanzó un programa piloto en Berisso, "Tu turno al barrio", de conexión en red de nueve unidades sanitarias con el hospital, para evitar que el hecho de sacar un turno sea un calvario y mejorar la atención médica de los habitantes de los barrios.
Las comadronas chaqueñasEn Chaco se estima que un 6% de la población es indígena. Son unos 60.000 tobas, wichís y mocovíes. Pese a ello, no hay programas específicos dirigidos a su atención.Lo único que consideró las particularidades de las comunidades indígenas fue el Programa Comadronas, que comenzó en 1997 y duró pocos años. Consistía en integrar a mujeres aborígenes a las estrategias de prevención y educación sanitaria, sobre todo en la atención de embarazos y partos. Para eso se las capacitó para dar consejos adecuados de higiene, profilaxis y alimentación de las madres y sus niños, debido a tradiciones culturales riesgosas, como frotar a la parturienta con cenizas, lo cual solía derivar en infecciones. En algunas etnias, además, las mujeres paren en cuclillas, por lo cual ellas y los bebés pueden tomar contacto con los pisos de tierra de sus viviendas.La tarea de integración entre médicos y comadronas fue difícil. Para no herir la autoridad de las comadronas y no hacerles sentir que la "medicina blanca" las relegaba, les permitían visitar enfermos en los hospitales y estar en los partos.Sergio Schneider. Chaco
De médicos y curanderosOscar Angel SpinelliLa relación entre la medicina convencional y la aborigen no es un tema exclusivo de la Argentina, ni un asunto menor. En el marco de la ONU, hace tres años que el Foro Permanente de Asuntos Indígenas debate cómo incorporar la medicina aborigen en los sistemas sanitarios oficiales, sobre todo en relación con la salud reproductiva de las mujeres. Y según comprobaron miembros de la Organización Panamericana de la Salud, el intercambio de conocimientos contribuye a aminorar las crisis sanitarias que se presenten. Esto se logra, en gran medida, entrenando a los que trabajan en el sistema oficial y a los que ejercen en las distintas etnias, como los curanderos, en los métodos aplicados por ambas medicinas para prevenir y monitorear enfermedades.

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